Manteniendo el fuego encendido
"El fuego arderá continuamente en el altar; no se apagará".
Levítico 6:13
Fuego, cuando hablamos de fuego en la mente de las personas pueden aparecer imágenes diversas, en algunos casos de destrucción como cuando hay incendios forestales, fuego que sale de los volcanes, algún desastre, y en otros casos el fuego es bueno cuando se sabe utilizar, da calor, sirve para preparar la comida, etc., en cuanto a destrucción es deseable apagarlo cuanto antes, y en el segundo caso, se apaga una vez que ha cumplido con un propósito de beneficio, y se debe ser diligente al momento de apagarlo para que no haya perjuicios en lugar de beneficios.
Si usted tiene una biblia electrónica, puede en búsqueda escribir la palabra Fuego y aparece 444 veces, y en muchas ocasiones se utiliza la palabra fuego como símbolo de la presencia de Dios; cuando en el libro de Éxodo el pueblo judío iba hacia la tierra prometida dice la Biblia que Dios iba delante del pueblo de Israel como una columna de fuego en la noche para guiarlos por el camino (Éxodo 13:21), era su presencia, y los iba iluminando mientras los llevaba a la tierra prometida, les daba calor, protección y esto se traduce en vida. ¿Qué dice la Biblia en el Salmo 119:105? Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino, luego entonces la Escritura también es fuego de Dios, que nos ilumina, nos calienta, evita que nos muramos de frío, nos protege, ¿de qué? del camino de perdición, de muerte, de las falsas doctrinas, nos lleva a la Jerusalén celestial, pues nuestra ciudadanía no es aquí sino en los cielos para todos aquellos que hemos creído y estamos esperando el momento en que el Señor Jesucristo venga en el arrebatamiento por su iglesia.
En Éxodo 3:2-4 nos habla que Jehová se apareció a Moisés... en una zarza que ardía en fuego, cuando Elías termina de orar a Jehová en el pasaje de la muerte de los sacerdotes de Baal cayó fuego del Jehová y consumió el holocausto, la leña, las piedras y el polvo, y aún lamió el agua que estaba en la zanja (1a. Reyes 18:36-38). Estas son las oraciones contestadas por el Señor cuando el siervo anda en la voluntad de Jehová, desciende fuego del cielo, señal de aprobación, y aprobación pública, por eso dice el Padre que él te recompensará en público (Mateo 6:4,6,18)
Ahora le quiero hablar del fuego que debe estar encendido siempre; Levítico nos habla del altar donde se ofrecía el holocausto, las ofrendas encendidas, esto era algo que tenía que ser de continuo, permanente, el altar siempre tenía actividad, tenía que estar encendido las 24 horas del día, y el sacerdote tenía que estar al pendiente que no faltara leña, el fuego entonces, como ya hemos visto en los ejemplos anteriores simboliza la presencia de Dios, dirección, calor, vida y aprobación por parte de Dios para con su pueblo, ¿qué significa ésto para mí? quizá esté pensando en este momento, recordemos que la Biblia, palabra infalible nos dice que somos linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciemos las virtudes del que nos llamó de las tinieblas a su luz admirable (1a Pedro 2:9), siendo sacerdotes, tenemos la importante tarea de mantener encendido el fuego en nuestro altar, no un altar hecho de mano de hombres sino en el altar de nuestro corazón.Pero, ¿de dónde saca que el altar es nuestro corazón? Lucas 24:32 "Y se decían el uno al otro: ¿No ardía nuestro corazón en nosotros, mientras nos hablaba en el camino, y cuando nos abría las Escrituras?" Cuando nosotros hablamos con alguien de las Escrituras, o las escuchamos, oímos una prédica o andamos en obediencia arde nuestro corazón, cuando vamos al templo arde nuestro corazón, dice en el Salmo 133:3 refiriéndose a convivir entre los hermanos, dice que allí envía Jehová bendición y vida eterna, y allí está el fuego de Dios, porque Dios es fuego consumidor y él es la vida, y nos da vida eterna en su amado Hijo Jesucristo, a él sea toda la gloria y el imperio y el poder por todos los siglos, amén... Y si no arde su corazón entonces está en un gran problema, porque su altar está apagado, se descuidó y se apagó.
¿Cuál era el estado de los discípulos de Emaús? Iban tristes hablando de la muerte de su maestro, tan tristes iban que sus ojos estaban velados, no se habían dado cuenta que el Señor iba con ellos, ellos esperaban que él era el Mesías del pueblo de Israel al modo de pensar de Israel, no al modo de Dios, y aquí voy a enfatizar ésto mi estimado lector: cuando uno anda triste, la vista de uno es corta, no ve uno al Señor, piensa uno racionalmente, y uno ya no es racional, carnal, uno es espiritual, pero si uno se deja vencer por los sentidos, entonces uno se comporta así como los discípulos que iban a Emaús, se enfría uno, y pasa que hasta deja uno de congregarse... si no es así, ¿qué andaban haciendo camino a Emaús aquellos discípulos? ¿Por qué se alejaron de los demás? Se dejaron dominar por la tristeza y no creyeron los testimonios de que había resucitado de entre los muertos; pasa igual, nos azotan los problemas y no creemos que Jesucristo es la solución, por eso la exhortación en Hebreos 10:25 "No dejando de congregarnos como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más cuanto veis que aquel día se acerca".
Si nosotros pudiéramos entender y creer que el Señor Jesús puede sacarnos de cualquier prueba, si pudiéramos no solamente sabernos la historia de Sadrac, Mesac y Abed-nego, sino creerla que podemos ser librados del fuego de la prueba y no tan sólo eso, sino que los que nos rodean vean la presencia de Dios en nuestras vidas y que exclamaran espantados que el Dios verdadero está con nosotros, que Él es fuego consumidor y nosotros somos llamas de fuego, ¡qué gran corona nos esperaría en el cielo!, ¡cuán orgulloso estaría nuestro Señor de nosotros! ¿No lo cree amado hermano?.Hoy le invito a que avive el fuego de su altar, no sé lo que esté pasando, todos los seres humanos tenemos problemas, hoy le invito a que se sacuda de todo lo que le esté impidiendo avivar o volver a encender el fuego en el altar, primeramente pidámosle perdón al Señor Jesucristo por descuidar nuestro altar, a un corazón contrito y humillado el Señor no desecha, que él escuche nuestra oración y que descienda fuego del cielo que haga que nuestro altar se encienda y adelante hermano, porque el día se acerca, adórale porque Él vive y es lo que vamos a hacer en la eternidad: Adorarle, te dejo éste cántico de adoración y deseo de todo mi corazón que vuelvas a sentir el fuego del primer amor, Dios te bendiga.
Iglesia de Cristo Ebenezer León de Judá (Ministerios Ebenezer)
Avenida 12 calles 10 y 8 Córdoba, Ver.
Página de Facebook: Ebenezer Córdoba León de Judá
Hno. Juan Francisco Luna Griego
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