La Fuente de Agua
Entonces Dios le abrió los ojos, y vio una fuente de agua; y fue y llenó el odre de agua, y dio de beber al muchacho. Génesis 21:20
A veces los problemas nos afligen a tal punto que no podemos darnos cuenta de las oportunidades que tenemos frente a nuestros ojos; nos enfocamos en ellos y sólo podemos ver escenarios devastadores, y nos olvidamos de las promesas de Dios.
Tal es el caso de Agar la egipcia, mujer de Abraham, la cual fue dada a este por Sara, ya que en ese tiempo ella no podía tener hijos; dice la Escritura en Génesis 16 que cuando quedó encinta, miraba con desprecio a su señora, y ésta la afligía, al punto que Agar decidió huir de su presencia; la halló el ángel de Jehová junto a una fuente de agua en el desierto y le aconsejó volver con su señora y ser sumisa, además de hacerle la promesa de multiplicar su descendencia, ella obedeció.
Tiempo después, cuando nació el hijo de Sara, en el capítulo 21 Agar junto con su hijo son echados de la casa de Abraham, éste los despide dándoles provisiones, pero cuando en el desierto se acabó el agua, ésta mujer, vencida por la aflicción se colocó a distancia de tiro de arco para no ver a su hijo morir, al llorar el muchacho, Dios oyó su voz y el ángel de Dios llamó a Agar desde el cielo, exhortándole a que no tuviera miedo, pues Dios estaba en el asunto, recordándole la promesa de hacer de Ismael una gran nación, (esta gran nación el día de hoy es el pueblo árabe), y dice la Escritura en el versículo 20 que Dios le abrió los ojos, y vio una fuente de agua; y llenó el odre de agua, y dio de beber al muchacho; vemos aquí que no apareció de la nada la fuente de agua, ahí estuvo siempre, lo que pasa es que Agar estaba tan abrumada que su cerebro no podía procesar mas que desolación, ya que lo que se mostraba ante sus ojos era el desierto y la falta de agua, ella sólo pensaba que la provisión de agua venía de Abraham cuando el que provee el agua de vida es Dios, se le olvidó en ese momento la promesa que había recibido.
Amados, no debemos de olvidarnos en abrir nuestros ojos a las oportunidades que existen, Dios da la salida juntamente con la prueba, pidamos al Señor que nos permita estar atentos, que abra nuestros ojos tanto físicos como espirituales para que pronto salgamos de ese desierto. El Señor nos bendiga.
Iglesia de Cristo Ebenezer León de Judá, Córdoba, Veracruz, México.
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